Una historia de soldadores, Morse y humor en tiempos de algoritmos.
Todo empezó con una coincidencia cósmica digna de una apertura en 10 metros: mi indicativo de radioaficionado es EA4GPT.
Y sí, cada vez que alguien lo escucha, sonríe y pregunta:
“¿GPT? ¿Como ChatGPT, el de Internet?”
A estas alturas ya no lo corrijo. Simplemente asiento, sonrío y contesto:
“Sí, pero yo funciono con 12 voltios… y café.”
Antes del indicativo, el soldador
Mi historia con la radioafición empezó mucho antes de tener licencia. En aquella época —cuando las válvulas todavía no eran vintage— me picó la curiosidad por el código Morse y por los cacharros con más cables que sentido.
Recuerdo perfectamente uno de mis primeros proyectos: un Accu Keyer, un keyer electrónico que monté siguiendo un artículo publicado en una revista de radioaficionados. Años después descubrí que aquel diseño se había ganado su hueco en el mismísimo Radio Amateur’s Handbook.
Era una época gloriosa: sin impresoras 3D, sin IA, sin tutoriales en YouTube… solo un soldador, un esquema en papel y la esperanza de no freír el transistor equivocado.
Aquella cajita metálica, con su clave electrónica, fue mi primer “asistente inteligente”. Solo que, a diferencia de ChatGPT, este olía a estaño caliente y no daba sugerencias de mejora en tiempo real.
Conversaciones de ciencia (y ficción)
Ahora, cuando me presento por radio y digo “EA4GPT”, más de uno me suelta:
“¿Y tú eres la versión en HF o en VHF del modelo?”
Y yo, para seguir el juego:
“La versión analógica con modulación emocional variable. No tengo WiFi, pero hago QSO hasta con tormenta solar.”
La verdad es que si ChatGPT se pasara a las ondas, lo tendría complicado. Le hablarías en fonía y te contestaría:
“Lo siento, no tengo suficiente contexto para tu pregunta. ¿Podrías reformular en CW, por favor?”
Cuando la propagación falla… y el humor no
Una cosa tenemos en común: tanto la IA como los radioaficionados dependemos del entorno.
A ChatGPT se le cae el servidor; a nosotros, la propagación.
Pero al menos, cuando la banda se muere, yo puedo aprovechar para ajustar la antena, calibrar el SWR o tomarme un café.
ChatGPT, en cambio, solo puede hacer reconnecting… please wait.
Y hablando de antenas: si la IA supiera lo que cuesta lograr un buen DX con ruido de fondo S7 y QSB impredecible, entendería de verdad lo que es la inteligencia adaptativa.
Ruido, QRM y humanidad
En un mundo lleno de algoritmos y respuestas instantáneas, me gusta pensar que la radioafición conserva algo esencialmente humano: la paciencia, la curiosidad y el placer de construir, experimentar y equivocarse.
Ni el mejor modelo de lenguaje puede replicar la emoción de escuchar tu propio indicativo rebotando desde el otro lado del planeta, o de montar un equipo casero que funcione a la primera (o a la décima, que también cuenta).
Así que si alguna vez me oyes por ahí, recuerda:
EA4GPT no está en la nube —está en el aire.
Y mis respuestas, aunque no sean automáticas, llevan siempre modulación humana y un toque de humor de 59+.
“CQ CQ CQ… aquí EA4GPT, transmitiendo desde el shack,
con la IA apagada y el corazón encendido.”
73 de EA4GPT

